El cartel es un dispositivo de trabajo original, propuesto por Lacan tanto a aquellos que practican el psicoanálisis como a cualquiera que desee estudiarlo. Esta invención lacaniana tiene en cuenta los efectos de grupo y apunta, por su estructura y su funcionamiento, a limitarlos lo más posible.
Los que constituyen un cartel se eligen con un proyecto común de trabajo. En 1980, Lacan precisó que sean cuatro los integrantes de un cartel, número de referencia en la mayoría de los carteles actuales. Las reuniones se realizan con un ritmo que se decide entre los miembros llamados “cartelizantes”.
El “más uno”
Elegido por los cartelizantes, el “más uno” es la persona que se encarga de la selección, de la discusión y del destino reservado al trabajo de cada uno. Su función es crucial para sostener con tacto el trabajo de cada cartelizante, para hacer frente a las crisis y para mantener la distancia entre saber y verdad. El “más uno” también hace lazo con la Escuela, en tanto favorece la exposición de los productos del cartel.
El tema de trabajo
La creación del cartel es la ocasión para que cada uno elija un tema o “rasgo” de trabajo: lectura de un seminario, elaboración de un concepto o de un caso, conexión del psicoanálisis con otros campos, etc. Al “rasgo” de cada uno se agrega un tema común que deviene el título del cartel y bajo el cual podrá declararse a la Escuela.
El producto propio de cada uno
El trabajo efectuado no da lugar a un producto colectivo sobre un saber que implique la adhesión del grupo. Se trata para cada uno, en función del momento de su relación al psicoanálisis, de constatar lo que pudo haber sido modificado de su relación con el saber analítico.
La exposición de los trabajos
Los productos del cartel pueden exponerse en las jornadas de carteles, que son las ocasiones para la puesta a cielo abierto de las elaboraciones. Las diferentes publicaciones del Campo Freudiano pueden ser también el lugar de presentación de ciertos trabajos.
La permutación
El cartel no puede durar más que uno o dos años. Al cabo de este tiempo, se disuelve. Esta conclusión necesaria permite evitar la inercia constatable en los grupos de trabajo que se eternizan y hacen obstáculo al advenimiento de un saber nuevo para el sujeto.
El cartel hoy
La práctica acumulada desde la invención de este dispositivo institucional muestra su fecundidad en la lectura de textos de referencia, en el estudio de los conceptos fundamentales y en la investigación permanente en psicoanálisis. Es entonces un instrumento de la formación de los analistas y un órgano de base de la Causa freudiana.