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Montevideo, Uruguay

Versiones del amor en la vida cotidiana

Primera actividad preparatoria: I° Jornadas Anuales

Ma. Fernanda MARTINEZ LARA

El amor es el cauce de un río compartido
Cruza muchos paisajes, pero es el mismo río”.

“Canción con vos” de Alejandro Balbis.

El amor, desde su potencia de encuentro hasta su opacidad estructural, aún permanece como uno de los grandes enigmas del sujeto. 

A lo largo de la historia se han producido múltiples versiones del amor: en su dimensión de suplencia, como anudamiento entre los registros, como resto sintomático de un goce no del todo absorbido por la significación, como partenaire-síntoma y, también, en su vertiente de estrago.

Mientras que Freud ubicó el amor en tensión entre el narcisismo y la alteridad, Lacan lo hizo entre el fantasma y el Otro. El discurso analítico ha desplazado el amor como un ideal romántico para ubicarlo como una experiencia que toca el cuerpo. El psicoanálisis lo ha problematizado ubicándolo desde la lógica, planteando como se inscribe el amor con referencia a los discursos y el lazo social o qué papel tiene en la economía del deseo y del goce de cada sujeto.

¿Pero qué lugar conserva el amor en un tiempo que privilegia la satisfacción inmediata y las soluciones técnicas al malestar? Para Freud (1914) el amor no sólo preserva de no enfermar, sino que lo plantea como una de las formas ante el malestar en la cultura. ¿Pero cómo se ama hoy, en la era de las aplicaciones, de la multiplicidad de identidades y del debilitamiento de los ideales? Recordemos la cita de Lacan, “lo único que hacemos en el discurso analítico es hablar de amor” [1] y aún nos seguimos preguntando ¿Cómo se ama?

Lacan afirma que: “Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época. Pues ¿cómo podría hacer de su ser el eje de tantas vidas aquel que no supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas vidas en un movimiento simbólico?”. [2] Siguiendo esta orientación, estamos obligados a preguntarnos: ¿Cómo se entrecruza la época actual con la dirección de la cura, los síntomas, la transferencia y las versiones del amor en la vida cotidiana? En esta época liderada por los discursos de la ciencia y tecnocapitalistas, ¿la vía del amor de transferencia desplegada en el análisis daría paso hacia un nuevo modo de amar? Y, si así fuese, ¿de qué se trataría ese nuevo amor que permitiría el discurso analítico?

Sabemos que no hay relación sexual ni teniendo la mejor conexión wifi, ni la última versión de ChatGPT, ni la mejor aplicación de citas… pero sí hay amor, ese que insiste tanto desde sus versiones más clásicas a las más novedosas.

¿Qué podemos decir del amor como modo de tratar el malestar contemporáneo? ¿Qué hay del amor y del lazo con los otros, con los dioses, con la vida? ¿Cómo se presentan hoy los arreglos entre la sexualidad y el amor? ¿Qué sucede con el amor en los nuevos lazos familiares? 

La extendida noción de responsabilidad afectiva que se exige en la actualidad promueve una versión del amor que vaya más allá de su vertiente narcisista y reivindica el amor como lazo. Un amor que incluye el campo del Otro es lo que puede hacer de límite al individualismo exacerbado que propone nuestra época. Es un intento de obstaculizar el empuje a la segregación y al odio. En términos freudianos, serían nuevas versiones para que Eros predomine sobre Tánatos en la mezcla desigual de las pulsiones que habitan en los seres vivos.

Circulan nuevas expresiones que adjetivan el amor y así encontramos nuevos significantes como, por ejemplo, los amores líquidos y fugaces, que van de la mano de la rápida decepción o el empuje a que todo se consuma. ¿Cómo afectan estas nuevas versiones al amor de transferencia? Esta pregunta es ineludible en la clínica actual porque no se trata de añorar las anteriores versiones del amor porque, como ha dicho Lacan, “todos inventamos un truco para llenar el agujero (trou) en lo Real. Allí donde no hay relación sexual, eso produce “troumatismo” (troumatisme) Uno inventa. Uno inventa lo que puede, por supuesto” [3].

Existen inventos desde los más tradicionales a las nuevas modalidades, desde el amor cortés a la love bombing, de los amigovios a la situationship, de la monogamia al poliamor, del matrimonio con convivencia a las parejas LAT (living apart together). Pero, ¿qué se repite a pesar de la época? ¿Qué sucede con eso que no cesa de inscribirse? ¿Qué incidencias tienen sobre el amor estos neologismos que economizan palabras y ahorran explicaciones?

Lacan nos indica que el amor se hace con palabras: “hacer el amor, tal como lo indica el nombre, es poesía” [4]. Pero, alerta, ¡red flag!: Lacan en 1970 ya nos anticipa que el discurso capitalista, como otra forma de lazo social, a diferencia de los otros discursos, no presenta una discontinuidad entre los lugares, por lo cual para este discurso no hay lo imposible, forcluye la castración, es un continuo sin ruptura, donde tanto comanda el sujeto como el objeto producido. En Radiofonía (1970) señala que este tipo de discurso implica una producción insaciable de plus de goce, lo que termina en una falta de gozar. La tesis de Lacan plantea que “Todo orden, todo discurso, que se emparenta con el capitalismo deja de lado, amigos míos, lo que llamaremos simplemente las cosas del amor” [5]. Pero que esta época de hiperconsumo y capitalista, rechace la castración, no significa que la elimine, y así vemos su retorno en los nuevos síntomas contemporáneo.

Si el amor es dar lo que no se tiene las nuevas formas de amar parecen delatar nuevas posiciones ante la castración. Hoy casi todo se juzga en términos de mercado: todo se mide, se evalúa si rinde, se calcula. Sin embargo, este modelo de amor empresarial no evita la dimensión contingente del amor que no puede ser calculada, porque es del orden de la tyche: esta es la cara subversiva del amor que resiste a ser absorbida como moneda de intercambio. 

En estas jornadas nos interesa problematizar los cruces de caminos entre el amor, el goce, el deseo, el fantasma, el saber, la verdad, la castración, los síntomas actuales, los lazos sociales y estas transformaciones culturales.

Sin olvidar como nos dice Cortázar, que:

…no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Poema “Bolero”


Bibliografía

  1. Lacan, J, Lacan, J. (1995). El Seminario. Libro 20. Aún (1972-73) (1ª edición, 3ª reimpresión). Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós, p.101
  2. Lacan, J. Función y campo de la palabra y el lenguaje (1953). En Escritos 1 (16ª edición). México D.F., México: Siglo Veintiuno Editores, p. 309.
  3. Lacan, J. El Seminario, Libro 21: “Los desengañados se engañan”. Inédito. Clase del 19-2-74.
  4. Lacan, J, Lacan, J. (1995). El Seminario. Libro 20. Aún (1972-73) (1ª edición, 3ª reimpresión). Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós, p.88
  5. Lacan, J. Hablo a las paredes (1971-72), Paidós, Buenos Aires, 2012, pág. 106.

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